18.5.08

De rodillas


Te dejaste caer, te rompiste:
boca sin labios, sin dientes,
la lengua doblada, seca.

Y yo meciendo tu retrato,
con los ojos hechos nudo,
con toda la nostalgia en la garganta.

Andas hincada, de la mirada,
de ojos hincados, hincada,
tus manos hincadas también.

Toda tú hincada, de rodillas,
ante el incendio que no somos,
ante el montón de espejos rotos.

Asustada, escondida de ti, borrosa…
con la voluntad temblando,
con tus dedos llorando.