14.4.09

No me importa

No soy de esos que dan las gracias todo el tiempo, por cualquier cosa. Tampoco acostumbro decir adiós. Yo sólo pido que no me duela nada hasta que me tenga que doler. Ya son muchas veces las que vengo a decirte alguna cosa. No sé si me oigas o no. No me importa. No me importa porque ya me acostumbré.

Tengo una cajita llena de cartas tuyas, un par de buenas fotos, un suéter. Atesoro todas las maneras que tenías para decirme te quiero, todos los abrazos. Me la paso hablando de ti con gente que no me oye. Y no me importa. No me importa porque ya me acostumbré.

Es como servirte cereal y darte cuenta que no hay leche. A veces me da por el enojo, a veces nada más guardo el cereal y ya. Nunca voy por leche. No es que sea tonto, el hambre no se quita, se van las ganas. Y así es como te pienso: con hambre, sin ganas.

Pero no me importa. No me importa porque ya me acostumbré.

11.4.09

02:53

Ya sé que hoy no llamas. Aún si fueras a hacerlo ya es tarde. Pero, ¿qué importa que ya no te quiera? Dios no ayuda pendejos ni endereza jorobados.

- Allá tú y tus ganas de irte lejos. Allá tú y tus ganas de extrañarme.


De todas maneras voy a dejar el teléfono pegadito a mi almohada, por si suena.

9.4.09

Eres una cosa cierta, con eso a lo que sabes, con eso a lo que hueles. Una cosa cierta donde hay trueno y tormenta. Tú lo sabes todo, lo traes dentro. El lugar a donde vuelan mis suspiros, el lugar en donde yacen mis muertes.

Eres una cosa cierta que a veces es muchas. Un manojo de fantasmas, con tus palmas de fuego, con el juego de tus dedos. Una o dos o más costillas que me faltan; idilio de todas las miradas. Haces del amor una cosa cierta, a veces, cuando me echas tu piel encima, cuando chocas tus huesos con los míos; en mi cama que tiene mucho de fosa: un cuerpo encima de otro y otro.

Haces de mi nombre una cosa cierta cuando me llamas. Y cómo es fácil extraviarse si no te oigo. Fácil también el reproche de lo no dicho, de lo que hará falta siempre.

Cómo gasto papeles recordándote. Cómo me haces hablar en el silencio. Cómo no te me quitas de las ganas... Y cómo pasa el tiempo, que de pronto son años...