Ya se me hizo hábito este sudor en las manos, esta incertidumbre por verme cerrar la puerta y no verte entrar. No es cosa mía, pero ahí voy otra vez a explicarte por qué digo las cosas:
- Verás... Porque lo quiero decir. La lista no es para restregártela es para que la leas. Para que estemos juntitos cuando hace frío, ¿qué más?
Siempre te pedí que no te guardaras cosas que se pudren.
- Verás... Porque lo quiero decir. La lista no es para restregártela es para que la leas. Para que estemos juntitos cuando hace frío, ¿qué más?
Siempre te pedí que no te guardaras cosas que se pudren.
4 comentarios:
aunque no lo pareciera; mi vida nunca tuvo frios a tu lado, y aun me sigue cobijando tu recuerdo. gracias
p.d. las cosas no se pudren
Hay algunas que no se guardan mucho, porque sí se pueden podrir.
Siempre nos da miedo pensar que algo que llevamos dentro se pudra. Porque no se pudre solo y convierte en carroña lo que tiene junto. Bien dicen: El amor no es una cosa para asustarse.
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